Las probabilidades de subida de tipos de interés en Estados Unidos subieron estrepitosamente cuando se conoció el último dato de inflación al otro lado del Atlántico al mismo tiempo que el mercado laboral siguió ejemplificando la misma fortaleza de los últimos tiempos. Los últimos comentarios de algunos miembros de la Reserva Federal también abrieron la puerta a la posibilidad de que el precio del dinero se vuelva a incrementar durante este verano.

No tardó en cuajar el efecto en algunos activos. En este caso, el dólar ha mostrado especial fortaleza con respecto a la mayoría de las divisas, pero en especial llama la atención su evolución frente al euro. La moneda única ha perdido fuerza frente a la divisa norteamericana y ha llegado a perder hasta más de un 3,5% desde los máximos recientes que estableció sobre los niveles cercanos al 1,16.


Esta fortaleza del dólar, por el contrario, está sentando positivamente a las bolsas europeas y es una de las claves alcistas, tal y como señala José Luis Cárpatos, analista independiente. “Con el dólar más fuerte se consigue que el euro siga débil, lo cual favorece  mucho a las grandes exportadoras europeas,  como se vio, ayer donde el sector de automoción fue el que más subió”, explica.

Esta tendencia que estamos viendo en las últimas jornadas puede refrendarse con nuestros filtros técnicos. Estos indicadores muestran que, aunque en estos momentos el par se encuentra en fase de consolidación, su tendencia de medio plazo es bajista. En estos momentos trazaría una tendencia de largo plazo al alza y el resto de variables estarían en positivo. Recibiría una puntuación de 7 puntos en una escala entre el cero y el diez.

Euro-Dolar indicadores


Así las cosas, la relación euro-dólar va a estar muy pendiente de los comentarios de los bancos centrales. Durante esta semana tenemos el encuentro del Banco Central Europeo que, pese a que no tiene visos a cambiar mucho el panorama, siempre genera ruido. No obstante la cita clave sigue siendo la de la Reserva Federal a mediados de mes, que podría o bien aumentar los tipos de interés en el país o mostrarse más proclive a hacer en las próximas fechas. Algo que en un principio debería favorecer al dólar con respecto a otras monedas.