Anoche se acabaron los 90 minutos de partido entre Grecia y Europa y ahora siguen negociando en una prórroga que dura ya demasiado y que se juega en medio de un corralito que está dificultando aún más la vida de los griegos.


En un movimiento que parecía muy estudiado, hoy el presidente del país heleno, Alexis Tsipras ha decidido hacer lo que ha sido incapaz en los últimos meses, ceder. Eso sí, para luego corregir y reiterar su intención de mantener el referéndum del domingo y pedir el no. 
Todo en un extraño movimiento dirigido a lograr un acuerdo con sus acreedores que le permita abrir sus bancos, pagar sus salarios y hacer frente a sus deudas. Habrá que ver si alguno de los jugadores es capaz de meter gol en el minuto 114, como hizo Iniesta en el mundial.

El enésimo Eurogrupo de la última semana se ha retrasado hasta esta tarde y se espera que los europeos decidan si aprueban la genuflexión del presidente de Syriza. Sin embargo, parece que las relaciones no son tan buenas como para que sus socios den el visto bueno a un plan muy parecido al que Tsipras rechazó hace sólo unos días.
La propia Angela Merkel junto a su ministro de finanzas ya han avisado que el referéndum convocado por Syriza y que dinamitó las negociaciones el pasado viernes sigue siendo un impedimento y que ellos no están dispuestos a ceder.

Por el momento, Cárpatos advierte que en esta ocasión “el cruce de comentarios prácticamente no existe, porque Grecia no esté diciendo nada, y todo está viniendo del lado de los acreedores, con especial sustancia de Alemania, en donde su ministro de finanzas está siendo muy estricto y básicamente dice que las reglas están para cumplirlas y que hay ceñirse a ellas y a los compromisos adquiridos, ya que si Grecia hubiese hecho lo mismo, el país estaría en esta situación distinta. También dice claramente que no entiende por qué está haciendo pasar a los ciudadanos el gobierno griego la situación actual. Y deja meridianamente claro que el pago no realizado al Fondo Monetario Iviola las reglas y si hay que hacer un nuevo acuerdo se basará sobre la situación actual que requiere medidas completamente distintas y, por supuesto, condiciones completamente distintas a los anteriores programas.”

Apunta Cárpatos en su sección en Estrategias de Inversión que “otros países como Francia dicen que su objetivo es alcanzar un acuerdo antes del referéndum, pero que es prácticamente imposible llegar a ningún acuerdo con Grecia. Lo único que se ha dicho desde el país es que el referéndum se llevará a cabo y que se seguirá negociando después del mismo, cuando los acreedores ya han dicho que no ven sentido a negociar nada con ese referéndum amenazando. Italia lo ha dicho bastante claro, ya que considera que el referéndum simplemente es político, lleno de riesgos y que sólo se basa en si se quiere volver a meter el Dracma en el país o no.

Hace sólo unas horas el estratega de Mizuho, Peter Chatwell, ha dicho en una entrevista con Bloomberg que “no cree que Europa acepte esta propuesta. Si Europa se mantiene en sus trece y espera hasta el referéndum mayores serán las posibilidades de que el gobierno falle”.


Pero, ¿qué puede pasar si no hay acuerdo?

En Barclays consideran que el escenario más probable es que se celebre la consulta el próximo día 5 de julio, el domingo. “El referéndum no debería centrarse en la pertenencia de Grecia al euro, sino en la continuidad de Tsipras al frente del gobierno”, dicen. De hecho, todo el mundo tiene claro y el propio presidente del ejecutivo heleno han dicho que si gana el sí, es decir, las propuestas europeas, Syriza convocará elecciones anticipadas.

Entre tanto, en Barclays recuerdan al pueblo griego que tras el impago al FMI y sin asistencia europea, el país se quedará sin dinero y será muy difícil que vuelva a recuperar el acceso a la financiación externa.

Explican en la entidad que después del domingo será crucial la actitud del BCE que podría limitar, reducir, cancelar o imponer más quitas a los colaterales si mantiene su programa de liquidez de emergencia (ELA).

En todo este contexto hay que tener en cuenta que Grecia hoy es una nación morosa. El FMI no considera un default al retraso en el pago de los 1600 millones de euros que debería haber pagado ayer. Es por eso por lo que el país ha pedido un tercer rescate que llegue tan solo de las autoridades europeas. Aunque no está claro que los europeos vayan a aceptar este acuerdo que supondría el desembolso de 29.000 millones de euros, tampoco creen que el impago al FMI vaya a acelerar los plazos de cobro de los créditos de los países miembros.

¿Pedirán cobrar sus deudas?

Activos europeos a cobrar


Los analistas de Barclays han preparado este gráfico en el que intentan desvelar qué es lo que podría pasar en Grecia se llegue a un acuerdo hoy o se celebre el referéndum el domingo. (pinche el gráfico para ampliar)

Roadmap


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