Quizás haya sido el alto dividendo esperado o los recientes incrementos de valoración de la compañía pero lo cierto es que Aena consiguió cubrir la totalidad del tramo minorista en su primer día de comercialización. En total, el 9% del capital que irá dirigida a este tipo de inversor y que suponen en torno a 200 millones de euros, en función de la banda de precios. De hecho, hay voces en el mercado que hablan de una demanda que podría ser varias veces la oferta.

El precio final se determinará del próximo 9 de febrero con la posiblidad de colocarse en cerca de 55 euros por acción
, el máximo del rango que aparece en el folleto de la OPV. Una operación con la que el Estado podría ingresar hasta 2.300 millones de euros. Eso sí, en el lado contrario estaría el núcleo duro – formado por Ferrovial, Corporación Financiera Alba y TCI- para los que el incremento de precio les supondría el no acudir a la operación. Un dato: cuando las tres compañías se comprometieron a comprar el 21% de Aena, los precios máximos que ofertaron estaban entre los 48.6 y los 53.3 euros por acción. Y por contrato, si la colocación en bolsa supera las ofertas del núcleo duro, éste quedaría liberado de sus obligaciones y Aena dispondrá de estos títulos bien para venderlos en el mercado o para hacer autocartera. De hecho, tal y como explican fuentes de la empresa, una buena parte del reciente incremento de valoración está relacionada con la presencia de accionistas tan cualificados, pero no podemos cambiar las condiciones suspensivas del contrato(..) y si quieren comprar, tendrán que hacerlo en las mismas condiciones que el resto de inversores cualificados.

Entre los grandes pros que tiene el inversor minorista es el dividendo. Tal y como admitía el propio presidente de la compañía, “estamos en un proceso continuo de desapalancamiento, con un flujo estable y predecible y una atractiva política de dividendos”, según informa Expansión.