Prisa mira al resto del mercado nacional por encima del hombro después de comunicar que el mexicano Roberto Alcántara va a tomar una participación del 9,3% de la compañía suscribiendo una
ampliación de capital de 100 millones de euros. Recordemos que Alcántara ya entró en el accionariado de Prisa en febrero

Así pues, Alcántara Rojas se convierte en el mayor accionista individual de Prisa con un porcentaje del 9,3% del capital de la empresa.

El magnate mexicano suscribirá la emisión y puesta en circulación de 188.679.245 acciones ordinarias de 0,53 euros por acción de Clase A con exclusión del derecho de suscripción preferente. El precio de los nuevos títulos es un 60% superior al precio de cierre de ayer, por lo que es comprensible que la acción suba al calor de este reclamo.

Éste no ha sido el único movimiento de relevancia dentro de su accionariado en las últimas semanas, pues recientemente Morgan Stanley aumentó su participación hasta el 4,7% en el capital. Mientras, la familia Polanco sigue reduciendo su participación y apenas posee actualmente un 16% de Prisa, cuando llegaron a copar más del 70%.

Prisa se ve abocada a vender negocios (como la reciente venta de su participación en Digital+) y abrir las puertas de su accionariado de par en par para paliar su gran problema, la deuda de 3.000 millones de euros que debe devolver en un plazo de tres años. De hecho, según un informe de Morningstar, la distancia a la bancarrota de Prisa es tres veces mayor que la media empresarial española y que la media de su sector.

SALUD FINANCIERA DE PRISA:
salud financiera de prisa

Fuente: Morningstar

Además, este martes se comunicó oficialmente la salida de Fernando Abril Martorell como consejero delegado de Prisa, y el nombramiento de Jose Luis Sáinz como sustituto. Esto revalida a Cebrián en la presidencia, aunque muchos accionistas y los bancos acreedores piden su cabeza para llevar a cabo una radical reestructuración de la compañía.

Prisa se lava la cara para presentar un mejor retrato frente a los posibles inversores que hoy acuden al valor seducidos por los cantos de sirena de todos estos movimientos. Sin embargo, los antiguos accionistas están sufriendo una radical dilución de sus participaciones. Sólo en este mes, a la ampliación de capital de 100 millones que suscribirá Alcántara Rojas en breve hay que unirle otras dos ampliaciones de capital que Prisa llevará a cabo este mes: una de 420,9 millones de títulos correspondiente a la emisión de bonos convertibles de 2012, y otra de 77 millones de acciones del dividendo. (Ver:
Prisa, Acerinox y Ezentis revuelven las tripas del Ibex Medium Cap)

De hecho, si observamos el histórico de capitalización de Prisa desde 2010 nos llevamos las manos a la cabeza. En menos de 4 años ha aumentado el número de acciones en circulación un 218% (desde 444 millones de 2010 a 1.412 millones actuales), mientras que su capitalización, contra toda lógica, ha descendido un 31%. Si echamos la vista aún más atrás, el daño es mayor. Desde el año 2000 el número de acciones ha aumentado un 545%, mientras que la capitalización ha descendido un 97%.

Además, desde que marcara máximos históricos en septiembre del año 2000 en 27,48 euros no ha parado de caer. El año pasado marcó mínimos históricos en mayo en 0,145 euros y hoy se encuentra a un 60% de esos niveles, mientras que resulta inconcebible que se revalorice un 7.533% para recuperar la cima de su montaña bursátil.

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Fuente: Bolsa de Madrid

Además, hay que tener en cuenta que las tres entidades financieras que se han quedado con bonos por valor de 334 millones de euros tras la conversión de parte de la deuda que tenía contraída Prisa con ellos poseen un 22,85% de la empresa. Sin embargo, es previsible que busquen deshacerse de este paquete, ya que las exigencias de Basilea III penalizan a los bancos con participaciones industriales y las obliga a provisionar capital si no se va a recuperar la inversión.

Si, a pesar de todo esto a alguien le quedan ganas de invertir en Prisa, a corto plazo el precio ha roto con una directriz bajista y podría buscar los máximos del año en 0,39 euros. Además, podría estar desarrollando una figura de vuelta que se conoce como ‘suelo de taza’ o ‘tasa con asa’. La confirmación de esta figura podría llevarle a formar actualmente el segundo valle, que se supone que tendría que ser de menor profundidad que el primero, por lo que no debería volver a zonas de mínimos. Si pierde los 0,28 euros, zona de importante soporte por la que pasa la directriz alcista que parte de los mínimos de agosto del año pasado, Prisa podría volver a los mínimos del ejercicio en 0,19 euros. No obstante, la baja capitalización del valor y la 'suciedad' de su gráfico hacen complicado realizar un análisis técnico fiable.

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