La deuda siempre ha sido la gran lacra de las constructoras españolas tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, sin embargo, conforme mejora la situación económica española, dando muestras de que su actividad ha hecho suelo, sus agujeros deficitarios se van tapando, también con la argamasa de las desinversiones. Además, la Unión Europea dará un espaldarazo extra a su recuperación con el plan de inversiones que lanzará.

Con este caldo de cultivo, algunas de las constructoras españolas cotizadas en el Ibex 35 rondan sus máximos históricos y acumulan revalorizaciones de doble dígito en lo que llevamos de año

OHL
La constructora OHL es uno de los mejores ejemplos de esta situación. El valor acabó el año pasado a la cola del Ibex con una caída cercana al 40% debido a que su elevada deuda repelía a los inversores. Al cierre de septiembre sus beneficios se reducían un 41%, mientras que la deuda crecía un 18% hasta situarse en los 6.545 millones de euros - incluyendo endeudamiento con recurso y endeudamiento sin recurso-. Esto hacía más complicado que el grupo cumpliera con su compromiso de mantener el endeudamiento por debajo de tres veces al final de cada ejercicio. Por ello, en los últimos meses OHL ha llevado a cabo varias desinversiones: en la inmobiliaria Espacio, en la autopista de peaje Concesionaria Mexiquense y en la Concesionaria Comex.

Estos decididos movimientos de desinversión parecen haber gustado al mercado pues, en lo que va de año el valor ha subido un 10%. Además, OHL ha logrado escapar del canal bajista que arrastraba desde junio y que le había hecho perder un casi un 50% de recorrido. Si OHL logra mantenerse por encima de 21 euros, podría subir hasta los 24, zona que coincide con el 50% de retroceso de Fibonacci. Confirmaría así la recuperación de la tendencia alcista de medio plazo, pero no la de largo. Volver a considerar OHL un valor alcista en el largo plazo conllevaría que el precio se situara por encima de los 26,13 euros por los que